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Una breve historia de la marca VEL LEES

Todo comenzó con una amistad excepcional nacida en un estudio de tatuajes en Rzeszów. Mateusz Wójcik, CEO de una empresa familiar de joyería con casi 40 años de tradición, visitaba con frecuencia a Krystian Wolniak – un apasionado de la esoterismo y la ciencia espiritual. Aunque uno se dedicaba a la artesanía de joyería y el otro a la creación de tatuajes, rápidamente descubrieron un interés común por la mística y el conocimiento ancestral.

Krystian fue el primero en fascinarse con anillos tensoriales, reconociendo en ellos un extraordinario potencial energético. Se dirigió a Mateusz con la idea de crear joyería que combinara las propiedades espirituales del cobre con una forma moderna. Juntos desarrollaron un cierre único, gracias al cual su producto conserva las propiedades del anillo tensorial, y al mismo tiempo se puede abrir y colocar en la mano en forma de pulsera.¡Fue un verdadero avance!

Buscando un nombre que capturara el espíritu de la tradición eslava y subrayara el papel de la transformación espiritual, Krystian y Mateusz se inspiraron en la figura de Veles – el dios de la prosperidad y del conocimiento oculto. Sin embargo, deseaban algo único, por lo que combinaron el motivo de Veles con la palabra latina “VEL” (que significa “o, elección”) y el inglés “LEES” (sedimento de vino que simboliza la maduración y transformación). Así nació VEL LEES – un nombre que lleva en sí la idea de la libertad de elegir un camino espiritual y el proceso de desarrollo interno que conduce al descubrimiento del verdadero potencial.

En la oferta de la marca, la base es cobre, pero para aquellos que buscan un acabado más exclusivo, también están disponibles anillos tensoriales hechos de plata o oro.Cada ejemplar es el fruto de años de conocimiento joyero de Mateusz y la pasión espiritual de Krystian: la esencia del trabajo con la energía, la belleza de la forma y el respeto por las antiguas tradiciones. Hoy VEL LEES invita a descubrir tu propio camino hacia la armonía, respaldado por el poder de los anillos tensoriales, que se pueden llevar a diario como una joyería única y esotérica.